Cada 8 de marzo conmemoramos la lucha histórica de las mujeres por la igualdad, el desarrollo y la paz. Esta fecha, reconocida por las Naciones Unidas desde 1975, nos recuerda los avances logrados, pero también las brechas que persisten. América Latina y el Caribe ha dado pasos importantes en materia de derechos y acceso a la educación, y las mujeres ocupan cada vez más espacios de liderazgo. Sin embargo, la igualdad plena aún es un desafío.
En nuestra región, la participación laboral femenina sigue siendo baja: solo el 50% de las mujeres forman parte del mercado laboral, en comparación con el 75% de los hombres. Además, su inserción está marcada por la informalidad, la brecha salarial y una carga desproporcionada de trabajo de cuidados no remunerado, lo que limita su autonomía. La pobreza también tiene rostro de mujer: por cada 100 hombres en situación de pobreza, hay 121 mujeres en las mismas condiciones.
Esta desigualdad estructural se agrava con la crisis de los cuidados, una realidad que, como lo señala la CEPAL, se caracteriza por una demanda creciente y una insuficiencia crónica de inversiones y políticas en la materia. Factores como el envejecimiento poblacional, el cambio climático y los altos niveles de desigualdad persistente en la región profundizan aún más esta crisis.
Acelerar el paso hacia la igualdad sustantiva implica repensar nuestra organización social, económica y política con base en principios de equidad. Como lo plantea la CEPAL, avanzar hacia la sociedad del cuidado es fundamental. Se trata de construir un modelo basado en la sostenibilidad de la vida y del planeta, donde el cuidado sea reconocido como una responsabilidad compartida entre hombres y mujeres, familias, comunidades, empresas y el Estado. Esto requiere políticas y sistemas integrales que garanticen derechos tanto a quienes reciben cuidados como a quienes los brindan, así como el derecho al autocuidado.
En este contexto, América Latina y el Caribe ha consolidado una Agenda Regional de Género de carácter integral, que orienta las políticas públicas. Un hito clave en este camino será la XVI Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, que se celebrará en agosto de este año en México. Este foro intergubernamental brindará una oportunidad crucial para acelerar los compromisos en favor de la igualdad y la sociedad del cuidado.
Este 2025 es también un año de conmemoraciones fundamentales para los derechos de las mujeres: se cumplen 50 años de la Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer (México, 1975) y 30 años de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (1995), documentos que siguen marcando el rumbo de la agenda de igualdad de género.
Es tiempo de redoblar esfuerzos para garantizar el respeto efectivo de los derechos de las mujeres. Como sociedad, tenemos la responsabilidad de impulsar cambios estructurales que permitan cerrar brechas y avanzar hacia un futuro más equitativo. Como lo enfatiza la CEPAL, la sociedad del cuidado no solo transforma economías y sociedades, sino que también reafirma nuestro compromiso con un desarrollo más productivo, inclusivo y sostenible.
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